J. Marat, poeta y detective

Un episodio sensacional, la misteriosa desaparición del reputado escritor don Alberto Insúa, desencadenará las aptitudes detectivescas de J. Marat, Pepito para su tita Rosario, anarquista, ateo y poeta, natural de Chiclana de la Frontera. En el Madrid de la golfemia valleinclanesca nuestro hombre llevará a cabo sus pesquisas en cafés, tabernas, cenáculos literarios, la Gran Vía en construcción Entre poetas modernistas, ultraístas e «istas» de toda índole: Gómez de la Serna, Villaespesa, Colombine, Juan Ramón Jiménez (de cuya levitación en la Residencia de Estudiantes seremos testigos) y guiado, a modo de moderno Virgilio, por el extravagante Rafael Cansinos Assens. Las sombras de Sherlock Holmes y el Doctor Watson flotan permanentemente en la intriga, en una historia llena de humor que es también un relato  de iniciación, donde seremos testigos del descubrimiento de las delicias del amor carnal por parte de J. Marat entre los brazos de una  famosa escritora.